jueves, 27 de diciembre de 2007

Cuento de Navidad

FELIZ NAVIDAD RAYITO

En la tradicional cena de navidad que Benedetti organizaba cada año nunca faltaba la nieve, de eso se aseguraba Rayito, el payasito, que siempre era el primero en llegar. Como buen corruptor de menores participaba anualmente en la tradicional cabalgata. Sin embargo, podríamos decir que su trabajo no era lo que se dice legal. Digámoslo sin tapujos, lo que hacia era todo el rato raptar niños pelirrojos y pedir “minirescates absurdos”, que en que consisten los “minirescates absurdos”, pues en vez de pedir doscientos mil millones, pues solo se le ocurría pedirle a la victima a su mujer, a sus hijos y su puesto de trabajo.

Desgraciadamente, Rayito moriría en el transcurso de la cena, cuando, ansioso de pavo se lanzó a trincharlo sádicamente y el pavo en un arrebato de dignidad e instinto de supervivencia animal se lanzó a la carótida de Rayito resultando éste tristemente cadáver. La reacción de los asistentes fue rotunda: Firmar una declaración conjunta exculpatoria de todo delito al pavo homicida bajo el lema aquí nadie ha visto nada. Sigilosamente la guarnición se trasladó desde los aposentos del pavo a una bandeja de metro ochenta de largo y se decidió por mayoría absoluta gratinar a Rayito. Al pavo se le puso la nariz de goma roja y la peluca de rizos verdes del fenecido y aquí paz y después gloria...